Chiquita Brands reinició la recontratación de trabajadores en su planta de Changuinola, provincia de Bocas del Toro, tras el cierre de operaciones a finales de mayo motivado por una huelga contra la reforma de pensiones iniciada el 28 de abril, informó el Gobierno panameño. La medida busca restablecer gradualmente la actividad bananera en una región donde el cese de labores dejó sin empleo a más de 6.000 personas y provocó bloqueos en más de 40 puntos que derivaron en desabastecimiento hasta finales de junio.
Reactivación gradual de operaciones
El reinicio se produce luego de un acuerdo alcanzado a fines de agosto entre directivos de la empresa y el presidente José Raúl Mulino. Según el Ministerio de Trabajo, hasta el jueves se habían registrado alrededor de 500 contratos. En una primera fase, Chiquita incorporará cerca de 3.000 trabajadores para labores de limpieza y mantenimiento; en una segunda etapa, sumará otros 2.000 para reactivar la producción.
El ministro de Comercio e Industrias, Julio Moltó, calificó la reactivación como «una cosa importante» y adelantó que la compañía invertirá 30 millones de dólares para retomar la producción en 5.000 hectáreas destinadas a la exportación. «Probablemente entre diciembre y enero ya comencemos a exportar», agregó.
Impacto en el empleo y la economía regional
La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, destacó que son «más de 500 familias que están retomando a sus labores», en referencia a las contrataciones registradas hasta la fecha. Bocas del Toro, con más de 100.000 habitantes, depende en gran medida del turismo y del cultivo del banano; esta fruta representó el 12% de las exportaciones panameñas en los primeros cinco meses del año, por lo que la reactivación productiva tiene efectos directos sobre el empleo y el ingreso regional.
Antecedentes del conflicto y próximos pasos
El cierre de la planta de Changuinola ocurrió a finales de mayo en medio de la huelga iniciada el 28 de abril contra la reforma de pensiones. Parte de las demandas laborales se encauzaron previamente mediante un acuerdo entre trabajadores y el Gobierno que restituyó beneficios. Con el pacto alcanzado a fines de agosto, la empresa y las autoridades establecieron una hoja de ruta para la reincorporación por etapas del personal y la rehabilitación de fincas y empaques, con miras a normalizar las exportaciones hacia finales de año o inicios del próximo, según los plazos oficiales.
De concretarse la inversión anunciada y el cronograma de contratación —que prioriza primero limpieza y mantenimiento y luego la producción—, se espera una recuperación progresiva de la actividad bananera en Bocas del Toro y una reducción de los efectos sociales y económicos que dejó el cierre temporal de la planta.





